Seguramente has llegado a la conclusión de que no puedes ahorrar dinero en todo o multiplicarte para así realizar más trabajos y ganar más dinero. Pero si es posible centrarse en aquello que más resultados nos da.
La regla 80/20, dice que el 80% de los resultados provienen del 20% del esfuerzo.
Esta ley aplica para todo y las finanzas no son la excepción.
A continuación, veremos cómo alcanzar grandes resultados con menos tiempo de esfuerzo, centrándote en ese 20% de tus acciones, las cuales te brindan los mejores resultados.
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La regla 80/20
¿Conoces la regla 80/20? Esta regla también es conocida por “el principio de Pareto” por su descubridor Vilfredo Pareto, economista italiano que en 1896 hizo una observación muy particular: en Italia, el 20% de la población poseía el 80% de las propiedades, mientras que el 20% restante pertenecía al 80% de la población. Si bien Pareto planteó este principio para explicar el fenómeno de la riqueza en Italia, luego fue universalizado y comenzó a utilizarse en áreas por fuera de la economía, como por ejemplo el deporte: se ha podido observar gracias a esta regla que aproximadamente el 20% de los jugadores anotan el 80% de los puntos.
Pero seguro te estés preguntando… “¿Qué tiene que ver esto con las finanzas personales y cómo lo puedo aplicar a mi vida?”
Podemos utilizar esta regla para mejorar nuestro rendimiento y finanzas personales. Lo que tienes que saber de esta ley, es que el 80% de los resultados se logra con el 20% del esfuerzo. Veamos algunos ejemplos concretos.
Cómo Aplicar la Regla del 80 / 20 a mis Finanzas
Para aplicar la regla del 80/20 en tus finanzas tienes que pensar en gastar el 80% de tus ingresos y ahorrar el 20% restante. Supón que ganas 1000 dólares al mes. Si de ese salario ahorras el 20%, estarías ahorrando 200 dólares y te quedarían 800 para tus gastos mensuales. Si esto lo multiplicas por año, en doce meses estarías logrando un ahorro de 2400 dólares.
Esta regla es ideal para comenzar a ahorrar, pero no es necesario que la cumplas al pie de la letra. Puedes ahorrar más o menos que ese 20%. Puedes comenzar por ejemplo con 10% y luego a medida que comiences a incorporar el hábito del ahorro aumentar ese porcentaje.
Un primer consejo para aplicar concretamente esta regla es que destines una cuenta específica para el dinero que vas a ahorrar. Incluso puedes automatizar las transferencias para lograr generar un hábito y no tener que hacerlas de manera manual. Por otro lado, lo ideal sería que tu cuenta de ahorro la tengas en otra entidad bancaria. Incluso es mejor si no tienes una tarjeta de esa entidad bancaria y que ese dinero solo lo puedas manejar a través de transferencias, para evitar caer en tentaciones y gastar ese dinero en diferentes caprichos.
Otra recomendación es que ese dinero o parte de él, además de apartarlo en una cuenta de ahorro, lo inviertas. Existen diferentes formas de invertir y una que es realmente rentable es la inversión en la bolsa. Tienes que tener en mente que no te harás millonario, sino que la rentabilidad siempre es a futuro.
Si te mentalizas en seguir esta regla mes a mes y buscar el 80% del resultado con el 20% del esfuerzo, realmente lograrás cambios en tus finanzas. Veamos ahora casos específicos de ahorro para que puedas implementar este principio hoy mismo en tu vida cotidiana.
¿En qué Ahorrar?
Pero… toda esta teoría, ¿cómo podemos aplicarla a casos particulares de ahorro? ¿En qué me conviene ahorrar al aplicar el principio de Pareto?
La respuesta puede ser diferente para cada quien, ya que ello dependerá de tus gastos. En primer lugar, podemos aplicar esta misma regla para identificar en qué gastamos la mayoría de nuestro dinero. Generalmente, gastamos el 80% de nuestro dinero en el 20% de las cosas.
Veamos el ejemplo de nuestro amigo Juan. Juan nos consultó cómo podía hacer para buscar en qué le convenía ahorrar ya que estaba cansado de intentar ahorrar en todo y no obtener grandes resultados. Entonces le hablamos del principio de Pareto. Para empezar, le recomendamos que durante un mes entero hiciera una lista en papel de todos sus gastos y que al finalizar el mes le realizara un círculo en los gastos más grandes. Cuando volvimos a ver a Juan luego de ese mes, descubrimos que gran parte de sus gastos eran del alquiler, comida, gasolina y vestimenta. Una vez que Juan identificó en que se iba el 80% de sus gastos mensuales, analizamos cuáles se podían reducir y cuáles no valía la pena hacerlo.
Por ejemplo: en el caso del alquiler, no vale la pena buscar un alquiler más barato pues una mudanza implicaría mucho más dinero y esfuerzo pues tienes que buscar otro lugar para vivir, empaquetar todas las pertenencias, contratar un servicio de mudanzas o a veces incluso cambiar los muebles porque puede que en otro lugar no quepan. En el caso de la comida, sí pudimos recomendarle a Juan que hiciera algunas modificaciones, pues estaba gastando mucho en delivery. Le recomendamos que intentara comprar los ingredientes para cocinar su propia comida en lugar de comprar todos los días comida elaborada o comer afuera.
Al cabo de algunos meses aplicando estos consejos, Juan pudo ver los resultados y fue capaz comenzar a ahorrar. Al principio ahorró un 10% de su salario y con el correr del tiempo pudo llegar a un ahorro del 20%.
Si quieres mejorar tu situación financiera y ser capaz de ahorrar dinero como lo hizo Juan te recomendamos comenzar a aplicar esta regla.
Veamos un ejemplo más concreto para identificar cuándo nos conviene ahorrar y en qué ahorrar:
Si compro una camiseta por 15 dólares y puedo comprar otra más barata a 10 dólares, me conviene comprar la de 10 dólares ¿verdad? Pero, si para comprar la camiseta de 10 dólares debo recorrer la ciudad y gastar en gasolina e ir a un lugar alejado de mi casa, no vale la pena el ahorro de 5 dólares. En cambio, si quiero comprar unos jeans que cuestan 50 dólares, pero en otro lugar más alejado están 20 dólares, pues en ese caso sí me convendrá.
No se trata simplemente de comprar lo más barato o de ahorrar en todo, sino de analizar en qué gastas más dinero y cuál será el beneficio a largo plazo con ese ahorro. El principio de Pareto es muy práctico si sabes cómo utilizarlo. Es importante pensar tus ahorros de manera inteligente y no por tratar de ahorrar unos dólares terminar gastando más en gasolina por ejemplo como vimos.
Te recomiendo comenzar por enfocarte en ahorrar en los gastos grandes ya que estos son los que harán una diferencia en tu presupuesto cada mes.
No es necesario que pienses todo el tiempo en los porcentajes ni que estos sean exactos. Lo importante es descubrir en qué nos podemos centrar para lograr nuestros objetivos en menor tiempo y con menor esfuerzo.
Anímate a aplicar el principio de Pareto en tu vida, estamos seguros de que te dará resultados positivos.
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