Consejos para CAMBIAR tus MALOS HÁBITOS Fácilmente

Un hábito es una conducta, la cual se instala dentro de nuestra rutina por efecto de la repetición. Como cepillarte los dientes al levantarte, beber una gaseosa mientras miras televisión, tomar la misma ruta cada día de camino al trabajo, entre otros comportamientos que tenemos en nuestra rutina los cuales realizamos de forma casi automática sin mucho esfuerzo.

Nuestra vida es en gran medida producto de la suma de nuestros hábitos.

Pero los hábitos no solo tienen que ver con nuestra salud, sino que también se relacionan con la felicidad e incluso pueden afectar las finanzas.

Si tienes el hábito de sentarte a ver tu serie favorita mientras disfrutas de una refrescante gaseosa cada vez que llegas del trabajo y no realizas ninguna actividad productiva, como adquirir nuevos conocimientos para obtener un ascenso o crear un negocio a medio tiempo, tu economía se verá estancada. Incluso tu salud se estará deteriorando por el sedentarismo y el consumo de bebidas con exceso de azúcares.

Un conjunto de hábitos positivos dentro de tu rutina pueden ser la clave del éxito.

Todos tenemos malos hábitos, y es importante corregirlos.

En el artículo de hoy veremos cómo remplazar los malos hábitos por buenos, para lograr una vida más próspera.

Recuerda que en lugar de leer, puedes también verlo en nuestro canal Tiempo de Finanzas 🙂

¿Cómo Cambiar tus Malos Hábitos?

Hay que comenzar por aclarar que no existe una fórmula secreta para cambiar tus hábitos, tampoco es posible eliminar totalmente un hábito… pero espera, ¡no te preocupes! ya que lo que sí es posible es reemplazarlo por uno nuevo.

Esto sucede porque cualquier hábito que hayas incorporado en tu vida, sea bueno o malo, está instalado permanentemente en tu cerebro y no es posible borrarlo. Pero esto no es del todo malo ya que también implica que cualquier hábito bueno que cultives se quedará contigo para siempre; lo que te dará la posibilidad de hackear tu mente y cambiar los hábitos que no te sirven, por hábitos favorables.

Identifica tus Malos Hábitos

Lo primero que debes hacer para cambiar tus malos hábitos es saber cuáles son e identificar sus detonantes. También debes tener claro cuáles son los nuevos hábitos que quieres incorporar en tu vida para así irlos introduciendo progresivamente hasta que reemplacen a los hábitos de los cuales te buscas deshacer.

Casi siempre, cuando Romina llega a casa después del trabajo lo primero que hace es sentarse en el sillón y se pone a ver su programa favorito; Como ha trabajado todo el día y se siente cansada decide que no va a cocinar entonces pide delivery de comida chatarra junto con una refrescante gaseosa; lo que afecta tanto a su salud como a su economía, ya que siempre resultará más costoso pedir comida que cocinar en casa.

Hay tres malos hábitos involucrados en esta rutina de Romina. Por un lado, el sedentarismo y la mala alimentación son dos malos hábitos que, con el transcurrir del tiempo, han comenzado por afectar su salud. Romina ha aumentado de peso y siente que si no invierte su energía en sustituir esta parte de su rutina por una más saludable inevitablemente terminará por enfermarse y caerá en depresión.

También hay un tercer mal hábito y es que Romina pide delivery casi a diario, algo que de vez en cuando puede estar bien, pero en este caso se ha convertido en algo recurrente y ha comenzado a afectar su bolsillo.

Elige cual cambiar

Entonces ahora Romina tiene claros cuales son los hábitos que debe cambiar.

Ha notado que el detonante del hábito del sillón es prender la tele cada vez que llega a casa, mientras que el detonante de la mala alimentación es sentarse en el sillón a ver la tele, por lo que al cambiar esto, logrará sustituir progresivamente todos aquellos hábitos que siente que no le hacen bien.

Es común tener más de un hábito que quieras cambiar, pero ten en cuenta que no se pueden cambiar todos los hábitos malos por hábitos nuevos de una vez y al mismo tiempo; así que es importante que te tengas paciencia y realices los ajustes necesarios dentro de tu rutina uno por uno, para así incorporar gradualmente los nuevos hábitos saludables en tu vida.

Si llegaste hasta aquí seguramente ya sabes cuales son aquellos hábitos que desde hace tiempo te vienen molestando. Es probable que hayas intentado cambiarlos y hasta puedo asegurar que has fracasado varias veces en el intento. Pero no desesperes ya que esta tarea requiere de paciencia; ten en cuenta que las herramientas indispensables para poder realizar un cambio real son compromiso y voluntad.

Entonces ya tienes en mente cuál de estos hábitos es el primero que deseas cambiar, ahora pregúntate cuál es su detonador, porque ahí está la clave para cambiarlo todo.

Tal y como vimos en el ejemplo de Romina, su detonante era llegar a casa y sentarse en el sillón a ver su programa favorito, así que ese es el primer hábito a cambiar, ya que es la acción detonante que en consecuencia desencadenará el que Romina caiga en la rutina de siempre.

Reemplázalo por un mejor hábito

Una vez sepamos cuales son los malos hábitos que queremos cambiar, es hora de reemplazarlos por hábitos buenos.

Continuando con el ejemplo de Romina podemos ver que el pretexto para este mal hábito es la parte de su rutina donde acostumbra llegar a casa y sentarse en el sillón para ver una película todas las noches.

Entonces su programa favorito ha sido la excusa por la cual decide comer comida chatarra y tomar gaseosa. Ella se dio cuenta de que debido a estos malos hábitos su salud se estaba deteriorando, había aumentado de peso y su médico le dijo que debía llevar una vida más activa.

Fue así como Romina se propuso cambiar esos malos hábitos. Entonces para evitar la tentación ha desconectado permanentemente su televisor y ha dado de baja el cable. Esta estrategia le ha ayudado a evadir exitosamente el hábito que tenía de llegar a casa y tirarse inmediatamente en el sillón y en consecuencia el consumir compulsivamente comida chatarra.

Al principio, cuando Romina comenzó su cambio de rutina sintió resistencia, ansiedad y el deseo de regresar a su rutina anterior. Pero su voluntad fue más fuerte y pudo concentrar sus pensamientos en lo bien que se siente después de ejercitarse.

Introdujo el cambio de a poco y comenzó ejercitándose 20 minutos diarios y fue aumentando este tiempo progresivamente hasta que resistía 40 minutos o hasta 1 hora. Cada vez que hacía ejercicio comenzó a darse un premio, así el estímulo positivo del premio le ha ayudado a su cerebro para asociar la nueva rutina con algo bueno y cada vez le resulta más fácil y estimulante su nueva rutina.

A su vez, Romina decidió comenzar a preparar su propia comida, siguiendo una dieta balanceada y nutritiva. Incluso cocina de más para llevarse al otro día al trabajo y así no sólo come más sano, sino que también ahorra dinero en la cena y el almuerzo.

Ya que pedir comida a domicilio puede ser hasta 5 veces más caro que cocinar en casa. Este y otros hábitos son los que mantienen a las personas pobres. Para conocer cuáles son los otros, te recomiendo echarle un vistazo al video que aparece ahora arriba a la derecha, también te estaré dejando el link en la descripción.

Ten en cuenta que los malos hábitos nos atrapan porque suelen ofrecernos placer inmediato, las frituras, los dulces, la pereza y los vicios por lo general nos dan un placer instantáneo pero su precio siempre es nuestra salud y el sentimiento de culpa que siempre los acompaña.

Los buenos hábitos por el contrario suelen tomar tiempo, y si bien la recompensa que traen no es inmediata una vez que los tienes incorporados en tu rutina te aseguro que cambiarán tu vida y te acercarán cada vez más a una mejor versión de ti mismo.

Ahora coméntanos, ¿tienes algún mal hábito que te gustaría modificar? Te leemos en los comentarios.

Cuéntanos que te ha parecido el artículo y si tienes alguna sugerencia puedes dejárnosla en los comentarios, estaremos encantados de leerte, y recuerda compartirlo con tus amigos para ayudarlos en su educación financiera.

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